Segunda parte
En esta segunda entrada sobre el viaje a Las Lechiguanas, nos agrada sobremanera publicar un poema sobre las islas cuya autoría pertenece a Vicente Jorge Cúneo, hoy reconocido artista plástico entrerriano y que fuera durante cuatro años, maestro rural en el mismo centro de estas islas, la intersección de los arroyos Lechiguanas y Los Hornillos. La sensibilidad y amor por las islas de Vicente, se ve reflejado tanto en su poema como en las imágenes pictóricas y fotográficas, también de su autoría, algunas de las cuales ilustran esta página. Vicente, mucho más que acompañarnos en el viaje que hiciéramos a las islas en el mes de agosto, fue un guía en la relación con los pobladores quienes, a pesar del tiempo transcurrido lo seguían recordando, a tal punto, que lo recibían como a un amigo de visitas habituales.
Las Lechiguanas
Islas, las del dulce encanto,
de horizonte leve, de azul infinito;
con cielos sangrantes en atardeceres;
con sedientos sauces que mece el “remanse”
y zorzales de canto demorado y grave.
…
Revelas dos caras, cual la vida misma,
apacibles aguas en quietas estampas
o crecido avance que todo lo arrasa;
reflejos que copian la frondosa orilla
u oleaje impetuoso que golpea y espanta.
…
me quedé en zumbidos de néctar, ufano;
bebí en el bullicio de alegres bandadas,
anduve senderos de juncos bravíos
embriagado en brillos de piel y de escama.
…
Hoy renacen memorias de apacibles horas;
será verte de nuevo, entrar en tu flora
de savia continua, quedar extasiado,
rendido al embrujo de tu nombre eterno
que renueva dicha de ser pronunciado.
…
Islas, las del dulce encanto…
¡Verte de nuevo, déjame soñarlo!...
Vicente Jorge Cúneo, Gualeguay, enero de l985.
"Latitud Sur", Itinerario de un sentimiento.Paraná, 2007.
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Vicente Cúneo conversando con pobladores de Las Lechiguanas en el reciente viaje |